Arroz: ¿conviene incorporarlo a la dieta?

El arroz es un cereal de fácil digestión que se cultiva en las zonas de clima húmedo de todo el mundo. Es el cereal más consumido en forma global, y la base de la alimentación de muchos países de Asia y Sudamérica. Al ser rico en hidratos de carbono,  es una valiosa fuente de energía o “combustible” para el organismo.

Cada grano arroz consta del endospermo (que contiene almidón y proteínas), el germen (que contiene vitaminas liposolubles, ácidos grasos y proteínas), el salvado y la cáscara o capa externa (que aportan principalmente vitaminas, minerales y fibra).

Variedades

  • Blanco: es un grano que, luego de un proceso de descascarillado y pulido, pierde el germen o embrión y el salvado, que es la capa gruesa que lo recubre.  Se obtiene así un grano refinado que ha perdido el 85% de sus vitaminas, fibras y minerales, y que contiene mayormente almidón. En el mercado se encuentran variedades de grano largo (basmati, ferrini, jazmín), de grano corto, de grano medio, aromáticos, glutinosos, vaporizados y precocidos, entre otros.
  • Integral: es un grano al que solo se le extrae la cáscara externa, conservando los nutrientes. Es rico en selenio, hierro, vitaminas del grupo B y fibra. Esta última ayuda estabilizar los niveles de glucosa en sangre y evitar los picos de hambre. Toma 2 a 3 veces más tiempo de cocción que el arroz blanco, y su textura es más firme.
  • Rojo: es un arroz integral fermentado con la levadura Monascus purpureus, que crece en los granos y aporta nutrientes.  Se consume principalmente en Asia, y es muy usado en la medicina china, ya que contiene varios compuestos que ayudan a inhibir la síntesis del colesterol.
  • Negro: es rico en proteína vegetal. Aporta hasta 10 gramos por cada 100 de producto, lo que lo hace ideal para las dietas veganas o vegetarianas. Gracias a sus nutrientes, es un alimento con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen el sistema circulatorio y cardiovascular.

El arroz ¿engorda?

El arroz es rico en hidratos de carbono, que es el “combustible” que el cuerpo necesita para funcionar. Lo ideal es moderar su consumo de hidratos de carbono durante la noche, ya que aporta energía que al no ser utilizada, se almacena en el cuerpo en forma de grasa. También hay que tener en cuenta que parte de las calorías provienen de las salsas, queso y otros ingredientes que se agregan al arroz durante la preparación de los platos.

En conclusión, el arroz blanco no necesariamente engorda si se consume con moderación y como parte de una dieta equilibrada. La clave está en controlar las porciones y combinarlo con otros alimentos nutritivos para maximizar sus beneficios para la salud. De todos modos, la opción integral suele ser una opción más saludable, ya que contiene más fibra, da más saciedad y ayuda a regular el tránsito intestinal.

Se recomienda evitar el consumo de arroz blanco en casos de constipación, y del integral en caso de diarrea. Y moderar la ingesta de ambos en caso de trastornos de la deglución, hiperuricemia, pancreatitis crónica y gota.

Si quieres más información sobre la incorporación del arroz a tu dieta, puedes consultar con nuestros especialistas del Centro de Salud y Nutrición. Pide una cita al WhatsApp 9935-0393.

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